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jueves, 30 de diciembre de 2010

libros 2010

En esta fecha tan señalada y tan tardía dentro de este año que se acaba pongo a continuación la lista de los libros que me he leído, por si a alguien le interesa. Señalar que en este año terminé "la reina en el palacio de las corrientes de aire" de Stieg Larsson, y que me estoy leyendo "el corazón helado" de Almudena Grandes y "lo que sé de los hombrecillos" de Juan José Millás, libros que no creo que termine en las horas que nos separan del 2011, aunque este último sea corto, pero también lo acabo de empezar. ¡¡¡Feliz año!!!

-la soledad de los números primos PAOLO GIORDANO
-cuarteto MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
-Jackie Brown (cocktail explosivo) rum punch ELMORE LEONARD
-la habitación cerrada PAUL AUSTER
-ciudad de cristal PAUL AUSTER
-mariposas en la nieve LOLA BECCARIA
-fiebre JAVIER MARÍAS
-escapando de la parca JOSH BAZELL
-la estrategia del agua LORENZO SILVA
-la reina del sur ARTURO PÉREZ REVERTE
-el club de la lucha CHUCK PALAHNIUK
-saber perder DAVID TRUEBA
-el cuaderno rojo PAUL AUSTER
-el principito ANTOINE DE SAINT-EXUPERY
-la ciudad JUAN JOSÉ MILLÁS
-la casa de los espíritus ISABEL ALLENDE
-el caballero de la armadura oxidada ROBERT FISHER
-tombuctú PAUL AUSTER
-un asunto de honor (cachito) ARTURO PÉREZ REVERTE
-la piel del tambor ARTURO PÉREZ REVERTE
-seis tumbas en Munich MARIO PUZO
-invisible PAUL AUSTER
-días aún más extraños RAY LORIGA
-el viaje íntimo de la locura ROBERTO INIESTA
-la muerte de Amalia Sacerdote ANDREA CAMILLERI
-historias del calcio ENRIC GONZÁLEZ
-caídos del cielo RAY LORIGA
-el señor de las moscas WILLIAM GOLDING
-Glamourama BRET EASTON ELLIS
-Marina CARLOS RUIZ ZAFÓN
-lo peor de todo RAY LORIGA

martes, 28 de diciembre de 2010

algo más

Sé que lo notas. Y sé que te has dado cuenta de que yo también lo noto. Ese fluir en ambos, como si estuviéramos los dos solos metidos en una barca río abajo sin poder hacer nada para frenarla. Y sin querer hacer nada por parar esa corriente que nos llevará a caer por esa catarata, por ese deseo imparable, a pesar del vértigo que produce, pero es mucho mayor el fuego, el deseo.
Puede que no esté bien. Puede que no sea lo correcto, y mucho menos lo prudente. Pero es lo que hay. Algo más fuerte que todo eso. Un impulso que el cerebro con su racionalidad no puede ni sabe controlar. Es algo más. Algo que no se puede explicar; ni por métodos científicos ni haciendo caso a la lógica. Algo totalmente irracional.
Mañana puede que utilicemos de excusa la botella de este maravilloso ron que nos estamos bebiendo, las luces bajas y de color azul, la música, el reservado, el calor de este final de primavera que estamos soportando, tu pelo, el mío, tu vestido, mi camisa y mis pantalones… lo que sea, pero los dos somos conscientes de como va a acabar esto. Y ya no hay marcha atrás.
De momento nos hacemos l@s loc@s, hablamos, nos sonreímos, nos miramos, nos acercamos cada vez más, poco a poco, pero sin llegar a tocarnos, porque una vez que se encienda la mecha sabemos que nadie podrá evitar la explosión, y no seremos nosotr@s, ni mucho menos quienes hagamos ni siquiera el amago de ello.
La botella ya está vacía, el camarero demasiado demandado para recordar la existencia de esta zona,los hielos sudando, al igual que nuestros poros, posiblemente por el calor que desprendemos. Creo que es el momento para hacerlo; te ofrezco huir de aquí, juntos, solos, como si supiésemos que ha llegado el Apocalipsis y al primer sitio donde va a mirar sea en esta discoteca. Unidos, hilados por nuestras manos derechas, esquivamos a los que la muerte ha citado con anterioridad hasta alcanzar la salida, donde el contraste de las luces bajas y oscuras que dejamos atrás con la extrema luminosidad del foco de la puerta y de las farolas de la calle. Ese cambio hacia colores claros alcanza su cenit en el blanco del taxi, que está en la puerta y nos recoge para conducirnos a nuestro refugio, donde aprovecharemos las últimas horas de nuestra vida, de esta vida que vivimos ahora, aún sabiendo que mañana cuando nos levantemos, habremos dejado de vivir esta vida, para empezar a vivir otra vida.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Un domingo cualquiera

La acera está llena de hojas amarillas y mojadas por la lluvia que se acaba de extinguir; un peligro, pero aún así conseguí caminar por encima de esa trampa mortal durante cuarenta minutos.
Me cruzo con todo tipo de fauna, sobre todo pijos, pero es que me gusta pasear por su hábitat y observarles; una especie de afición antropológica que tengo.
La noche está oscura, o mejor dicho, esta noche la ciudad esta oscura, por lo menos si la comparamos con otras noches. La luz de la luna no cumple con su labor porque lo evitan las nubes recién descargadas, apenas hay coches que iluminen las calles, hay un par de farolas cada ciertos metros que no funcionan y las tiendas cerradas, con la consecuente falta de luz en escaparates y letreros. Un domingo cualquiera.
Mis cascos despedían narraciones y comentarios de partidos retransmitidos por la radio, en lugar de la habitual música que lo hace otros días y en otros momentos.
Apenas te cruzas con gente, la mayoría son críos o parejas que pasean en un encuadre tan romántico y otoñal como éste. También alguna persona en solitario, normalmente una mujer de mediana edad, supongo que volviendo de ver a su madre. Lo único que hay abierto son cafeterías y bares. En las primeras se ven parejas y amigas conversando al calor de un café humeante, al cual se le agrade incluso que esté ardiendo cada vez que se da un sorbito. Paradas entre la ida y la vuelta del paseo. En las segundas la gente está viendo el fútbol, aunque los equipos locales ya jugaron ayer, por lo que no están ni mucho menos completos.
De repente dejo de oír la radio, todo está lleno de polvo, como si una nube inundara la calle, que comienza a estar más iluminada y ajetreada, mientras noto un líquido ardiente que desciende por la parte izquierda de mi cuello.

lunes, 22 de noviembre de 2010

¿pero tú no estabas con Paula? VERÓNICA

-Pero, ¿cómo le soltaste eso? ¿no estabas con ella por entonces?
-Bueno, quedábamos y tal, pero desde el principio los dos dejamos claro que no queríamos nada serio, aunque luego se nos fuese de las manos...
-Joder, ¡qué os liastéis a hostias en mitad de los pasillos!
-Tampoco fue para tanto... Nos seguimos hablando.
-Bueno, os saludáis.
-Vale, algo es algo, ¿no?

Ninguno de los dos nos queríamos ir a casa. Siempre liábamos a los demás para tomar otra "última". A veces lo enmascarábamos con quedarnos a estudiar, pero nunca estábamos más de una hora en la biblioteca, y de esa hora estábamos la mitad del tiempo tonteando. Yo creo que más que atracción era mútua necesidad, o simplemente comodidad; los dos queríamos lo mismo y lo sabíamos, así que "pa'lante".
Todo empezó una tarde en la que nos quedamos a comer con Lorena, pero ella tenía que entrar a currar a las cinco, así que enseguida nos quedamos solos.
El primer descanso fue a las cuatro, para acompañarla hasta el autobús y aprovechar para fumarnos un piti. Volvimos al estudio casi a las cinco, y con ella no estuvimos más de diez minutos. A las seis menos cuarto ya estábamos fuera, y como merienda empezamos con las cervezas. Creo que nos gastamos diez euros cada uno. y eso que por entonces costaban un pavo. Volvimos a la biblioteca justo antes de que la cerrasen, recogimos las cosas, las dejamos en mi coche, y fuimos al centro en metro, porque yo no estaba para coger el coche, y ella igual.
Apenas recuerdo en que garitos estuvimos, sólo la recuerdo a ella riéndose, con su melena por mitad de la espalda, de su camiseta negra, tapándole media cara por cada carcajada, sentados en el mismo sillón, con sus¡s piernas acabadas en unas happy-luck negras con dibujitos, alrededor de mi cintura y las mías alrededor de la suya, con una heineken ambos en una mano y un cigarro en la otra. Y acabamos en el callejón del colegio ese que hay en Tribunal, mientras algún gracioso hacía algún comentario.

domingo, 21 de noviembre de 2010

No sé por dónde empezar... VERÓNICA

No sé por dónde empezar, hay tantas cosas.
Seguramente me esté quitando, pero ha habido otras veces que también y luego he recaído. Incluso ha habido a quedadas que prefería que no hubiera venido. Como te dije ayer es algo muy idealizado, platónico, pero también es verdad que creo que no funcionaría, por lo menos en este momento, aunque sí pienso en que si ante la típica pregunta de a quién elegirías para "repoblar" el mundo si hubiese una hecatombe, en la primera persona que pienso es en ella (y te aseguro que no es sólo por el mero hecho sexual, hay muchísimas mujeres que me atraen mucho más que ella, físicamente me atrae bastante, pero tampoco está dentro de mi prototipo de mujer; me gustan menos delgadas). Incluso si pienso en quién quiero que sea la madre de mis hijos... También sé que con ella tengo un tipo de conexión especial, desde siempre...

Todo empezó en una clase de tercero, cuando llegué a la facultad, sería a los dos meses de comenzar el curso. Si lo recuerdas, nos sentábamos delante, en plan empollones, más por quedar bien que porque lo seamos, y el grupo de "los malotes" al final, como tres o cuatro filas detrás de nosotros. El profesor la preguntó algo, y yo me giré para escucharla. Ahí estaba ella, con su cinta roja en el pelo. Recuerdo que le dije a Paula "sé que voy a estar con ella" o algo así... Yo para estas cosas siempre soy muy frío, muy prudente, muy todo eso, porque ya sufrí mucho en la primera relación, pero ella me provoca que no lo sea, por eso supongo que me gusta tanto. Y ahora me doy cuenta de que también me recuerda a ella. Es algo muy irracional, muy subconsciente, muy impulsivo, muy animal...

Ha habido momentos en que casi borro su número del móvil, desagregado del facebook y del tuenti, sólo para no cotillear, para no regodearme todo el día pensando en ella, porque sé que me hace mal.Esto hacía que la fuera evitando frecuentemente, sobre todo de forma subsconciente tras el primer año. Pero siempre la buscaba, por los pasillos, en la cafetería, en la biblioteca a veces incluso pienso que seguía en la carrera por seguir teniendo contacto con ella... aunque sabía que no quería que nos liásemos. También, en algún momento en que lo podíamos haber hecho... sería como probar la manzana y no saber cuando la volverás a saborear, y eso sería un sufrimiento demasiado doloroso para soportarlo.

martes, 9 de noviembre de 2010

"el viaje íntimo de la locura" de Roberto Iniesta


Sí, ese nombre te suena, pero ahora mismo no caes, ¿verdad? Pues quizás si te digo simplemente Robe, ya empieces a saber quien es, y si nombro a Extremoduro ya no tengas ninguna duda.
Si sólo buscáis sus canciones pasadas al formato de novela no lo leáis. Si simplemente queréis pasar el rato no lo hagáis, a menos de que lo empieces a leer sobre la página ciento cincuenta, porque la verdad es que hasta esa página se hace bastante repetitivo y tedioso, pero si consiguís sobrepasar esa barrera creo que el libro merece bastante la pena, aunque tampoco te va a cambiar la vida, pero sí te va a dar su forma de pensar, y sobre todo, mostrar que la vida depende del punto desde el que se vea (la visió de las lombrices).
Pienso que es un buen libro, su objetivo es entretener, aunque como señalo anteriormente, enfatiza demasiado al comienzo al querer situar y mostrar lo que es, con sus circunstancias, el protagonista: Don Severino (obviamente el nombre no es casualidad), cualidades que también se ven en Teresa. La edad perfecta para leerlo, al igual que sus discos, es para la época del instituto; esa etapa rebelde, en la que solemos estar perdidos porque somos adultos para unas cosas y para otras cosas no, sabemos demasiado de algunas pero de otras casi nada, aunque es obvio que a cualquier edad se puede leer y se aprecia, al igual también, que sus discos.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Es para disfrutarla VERÓNICA



Campeones de invierno, vacaciones de navidad, a mi lado la mujer más maravillosa del mundo, y no sólo por su cara y/o cuerpo, en un X6 negro, con tapicería de cuero también negra, escuchando el último cd de Pereza, circulando por las calles de Madrid, con sus luces de colores apareciendo por cualquier lado, ya sea de forma directa o a través de reflejos -las que más me gustan son las de los semáforos reflejadas- con ese aire de felicidad en el ambiente cuando ves a los padres con sus hijos abrigados hasta arriba con las manos totalmente ocupadas debido a los regalos que cargan, con esas bolsa plateadas, verdes, azules y rosas, o cuando te das cuente de que a pesar del frío, las calles están a rebosar.
Yo llevo un traje negro con rayas grises apenas visibles, de estilo italiano, con un chaleco italiano por debajo y una camisa blanca; algo clásico pero informal, incluso moderno, mientras ella lleva un vestido negro ajustado sin mucho escote con mangas hasta pasado el codo, por detrás le tapa la espalda igual que el pecho. Acaba por encima de la rodilla. Poco maquillaje, apenas se percibe, algo de rímel en las pestañas y un poco de pintalabios del mismo color que su boca. El pelo azabache suelto. Preciosa. Aunque también elegante.
Llegamos al restaurante, el cambio de luz es importante, pero no lo suficiente para que moleste aunque lo notes bastante; la mayoría de los compañeros ya han llegado con sus mujeres excepto Lenilson, Da Rocha y M'bake, que ni tienen ni quieren sentar la cabeza. Nos sentamos de espaldas a la pared; cuestión de seguridad, y porque no me gusta dar la espalda a nadie, y menos a los directivos y a los técnicos, los cuales están en la otra mesa, antes de las ventanas tipo vidrieras. Creo que hace 2 años que no pruebo otro alcohol que el vino. Al entrar he visto la botella de Legendario y he recordado lo que me gustaba el ron cuando hacía botellón en el instituto. Creo que por una copa no pasa nada, esta noche está para disfrutarla.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Por ahí iba yo... VERÓNICA

Ahí iba yo, por el centro madrileño; sucio, oscuro, ruidoso, pero a pesar de eso, con ese encanto especial, con ese ver transeúntes para arriba y para abajo, ese olor a tasca, a cerveza, a fritanga, a meados de perros, vayan a dos o a cuatro patas, y con esas luces de colores, en las que predomina el amarillo anaranjado.
Ahí iba yo, distraído, hablando con un compañero de curro, riéndonos, mirando a las que pasaban, a las que iban delante, a las que íbamos dejando detrás, comentando la jugada, recordándola, o creándola, qué más da. Disfrutando de ese desahogo, de ese placer que tienes cuando se acerca el fin de semana, que ya estás cansado y sales de la oficina como si te fueras a comer el mundo, aunque luego no te quedan fuerzas ni para tomarte la tapa que te dan con la caña, del sueño que tienes, aunque para pedirte otra siempre te queden energías.
Y ahí iba yo, paseando por una calle de aceras de medio metro, con una fila de coches aparcados en línea, entre la calzada de un carril y por supuesto, de sentido, cuando de repente, Dios (o quien sea) sabrá por qué, me da por torcer la cabeza ciento ochenta grados, de estar mi mandíbula en línea con hombro izquierdo, a pasar a estar casi en línea con mi hombro derecho, porque pasaba un coche negro, feo, de estos que hacen ahora tan redondos, simulando al mítico escarabajo pero sin nada que ver con él, y la veo conduciéndolo, con esa risa tan suya, tan atractiva, tan para mí, debilitadora, que no puedo hacer otra cosa que provocarme un esguince de cuello debido al giro tan brusco que realizo. Ni con la rubia esa de pechos inmensos me ha pasado. Lo primero que pienso es en la envidia que siento por la chica que está sentada en el asiento del copiloto del coche ese tan feo, que está ahí riéndose, mientras yo estoy con este tío, que me cae de puta madre, pero mira que yo podría estar en ese coche con esa conductora y él con esa copiloto paseando y hablando por esta calle.
Si es que esa chica tiene algo; no sé el qué, pero lo tiene.


lunes, 16 de agosto de 2010

El desengaño

No es dolor, es… no sé, una especie de malestar general sin que te duela nada. Principalmente es en el estómago. No es que tengas la tripa revuelta aunque estés un poco suelto, es como si notarás que el alma se ha debilitado, ha perdido fuerza.
La desilusión, perder la confianza que habías depositado en alguien, es algo paradójico. Por un lado estás contento, es como si hubieras descubierto que te estaban tomando el pelo, y estás orgulloso de haberlo descubierto, de darte cuenta. Es como si hubieras sido tonto un tiempo pero ves que ya no lo eres. Es decir, conseguir lo que todos buscamos: mejorar.
Aunque el hecho con el que te das cuenta sea de alguna manera algo lógico, normal, y con el que apenas has sufrido, pero que te ha hecho cambiar con lo que has comprobado. Aunque la culpa de que te haya pasado ese hecho “negativo”, por calificarlo de alguna manera, haya sido principalmente tuya, incluso si la otra persona no hubiera realizado esa acción “perjudicial”.
En el fondo, y realmente, la otra persona no ha tenido nada que ver, es simplemente un actor de tu propia película, que ha bordado el papel, a pesar de que no lo ha hecho como tú querías, si no que ha actuado de la manera más lógica dentro del personaje. Al escribir el guión de tu vida, pensabas que ese personaje le has dado más importancia de la que tenía realmente en la película.

viernes, 9 de julio de 2010

Hoy es "Santa Verónica"

Como muchos sabréis, hoy es Santa Verónica, la que según la tradición cristiana le tendió a Jesuscristo un velo para limpiarse la sangre y el sudor.
El nombre de Verónica proviene del griego Berenice, forma del dialecto macedonio Ferenice, lo que significa "portadora de la victoria", aunque si se hace caso de la etimilogía popular medieval sería "imagen verdadera". Vera icon.
En el toreo es, generalmente, cuando el torero sujeta el capote con las dos manos esperando la embestida del animal. Además, también es una leyenda urbana; es invocada al pronunciar su nombre tres veces delante de un espejo, entonces: "Verónica mata a quien la ha invocado, normalmente con un arma blanca que se encuentre en las cercanías (cuchillos de cocina, navajas, tijeras...), que sale disparada y se clava en el corazón o el cuello de la víctima".
Para mí Verónica es el único motivo por el que vivir.

miércoles, 30 de junio de 2010

Loca

Loca. Una palabra de cuatro letras. Con dos sílabas, otras dos vocales, y otras dos consonantes. A primera vista algo muy simple. Una palabra muy simple. Con nada especial.
Ahora prueben a observar detenidamente el movimiento que hacen los labios y la lengua, la boca en general cuando una persona que les resulte atractiva (tampoco es necesario que sea la que más, simplemente eso, que por lo menos les resulte medianamente atractiva) cuando pronuncia esta palabra, y si es posible, si lo hace destacándola, como cuando un/a cantante, en un estribillo, resalta esa palabra por encima de las demás. Esa manera de elevar la lengua hasta que la punta toca la parte inferior de los incisivos superiores y se mantiene mientras la boca se va abriendo con los labios hacia fuera para soltar la primera sílaba (lo) y se termina de abrir hacia los lados tras dejar que la lengua descienda para que su punta palpe la cara interior en la que los incisivos inferiores comienzan desde las encías. Me encanta contemplar ese gesto bucal en una mujer que me resulte atractiva.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, su significado (Loco/a) es el siguiente: adj. Que ha perdido la razón. De poco juicio, disparatado e imprudente. Lo que más me gusta es lo de disparatado e imprudente. Y pienso que es a lo que más se aplica; abandonar la razón por un momento y centrarse en los impulsos.

jueves, 24 de junio de 2010

sustitutivos de cariño

El otro día leí en una novela de Isabel Allende la siguiente afirmación: Quien, como todos los ingleses, trataba mucho mejor a los animales que a las personas. Siempre me ha llamado la atención ese trato preferencial que tiene la gente por sus mascotas frente a las personas. Pero mucho más que se las trate como si fuesen un ser querido, algo a mí parecer muy exagerado cuando oyes ciertas frases como es que es mi único hijo, refiriéndose a su; ¡no!, a su perro no, ¡¡¡a su coche!!!
Está claro que vivimos en una sociedad donde cada vez somos menos humanos, se nos motiva el conseguir cada vez más objetos y que éstos sean más importantes para nosotros y para nuestra vida. Del mismo modo nos volvemos más independientes del resto de personas, por lo menos emocionalmente y lo suplimos mediante cosas (un gran ejemplo podría ser sustituir el sexo con personas mediante, muñec@s de plástico u otros accesorios).
Respecto al cariño hacia las mascotas, creo que un poco de deshumanización también hay. Obviamente, somos animales, al igual que ellos, pero es una forma de desviar ese cariño que necesitamos, ya sea dar o recibirlo, a otras personas, debido a la distancia, o a la falta de tiempo que sacude a la sociedad actual. La verdad es que yo nunca he sido muy cariñoso con mis mascotas (bueno, no es que sea muy cariñoso en general), pero cuando por ejemplo, sacaba mi perro y le veía con esas ganas de correr, de salir de esa jaula a la que nosotros le llamamos piso, me jodía, porque me sentía como si le tuviese secuestrado en la ciudad, porque, además de tenerle encerrado en un hogar urbano, al sacarle de él, le tengo que llevar atado con una cadena. ¡Con lo feliz que se le nota en el campo!

domingo, 20 de junio de 2010

El chico que soñaba con Alejandro Sanz y un bidón de gasolina

Jamás pensé que una canción de Alejandro Sanz me iba a afectar de alguna manera. En realidad no es suya, pero colabora, lo cual es suficiente. Esta canción es de Shakira, de título "la tortura", la tortura es escucharla, y sinceramente, me parece una puta mierda. Pero ahora mismo, al escucharla en este momento, lo único que quiero es encontrármela, abrazarla y besarla. Y pasar el resto de noche con ella. Nada más. Y no acabar nunca, que este momento no pase jamás.
Cada vez que veo pasar una chica con melena morena de una altura similar a la suya, valorando incluso la posibilidad de que llevase puesto tacones, a pesar de que nunca la he visto con ellos. Lo peor de todo es que sé que no está, si no ya lo habría notado de alguna manera, o simplemente la habría visto.
Sé perfectamente que Verónica no está aquí, pero no puedo de dejar de buscarla y como no consigo encontrarla, me frustra. Me entristezco.
Tengo ganas de irme a casa y pasarme el resto de la noche, hasta que salga el sol, llorando. Llorar y llorar sin parar. Y todo por esta mierda de canción. Si antes la tenía asco, ahora más todavía.

jueves, 10 de junio de 2010

Miedo

Miedo a ser feliz, a disfrutar. A salir de la normalidad. De la rutina, de la cotidaneidad, a dejar la comodidad, y dejar, de ser alguien normal.
Sin nada, sin ser una persona enamorada. Miedo a encontrar a esa persona, a esa pareja, a esa mujer con la que se pueda estar bien. Con la que se pueda ser feliz, a la que querer. A la que desear, de la que no te puedas desprender. A aprender a amar. A saber compartir la intimidad. A buscar la creatividad, y poderla encontrar.

domingo, 16 de mayo de 2010

Tarde de otoño

No sé que tipo de tarde es, lo que sí sé es que estamos en otoño, pero más que nada por las fechas. Hoy no he visto el sol, sólo nubes y más nubes, y yo estoy un poco igual; apagado. Es una época mala, mala personalmente, o mejor dicho, emocionalmente. No tengo nada. Sí, tengo una casa donde vivir, una cama donde dormir, un plato para comer... por lo que no me debería quejar, pero a lo mejor es por eso, porque a pesar de las posibilidades que tengo no consigo ser feliz, no hago lo que quiero. Sé que hay muchas personas que están mucho peor que yo, pero eso tampoco me hace sentirme mejor, aunque sea consciente de que no me puedo considerar tampoco un desgraciado. Hace algo más de frío, pero sólo porque el sol no da calor. Aquí en Madriz la temperatura depende del efecto calorífico de los rayos solares frente el viento propio de Castilla que arrastra el frío de la nieve que cae en las dos sierras madrileñas. Jamás se me olvidará el efecto del clima madrileño en los canarios por ejemplo. Se pasan casi todo el año constipados. Bajo el sol hace calor, pero en la sombra o en cuanto hay una ráfaga de viento sientes el frío helado. A esto hay que sumar las calefacciones o los aires acondicionados de los medios de transporte y de los lugares públicos. Todavía no he visto caer las hojas amarillas de los árboles, incluso a veces ves a alguien en manga corta, pero la mayoría ya viste de abrigo, no muy gordo, pero por lo menos una chaqueta. Falta media tarde y toda la noche para que sea un nuevo día, un nuevo día esperemos, con más sol, más calor, más alegría. Es decir, mucho más positivo, por lo menos para mí. A veces hay que ser egoísta, pero tampoco lo soy tanto creo yo, ya que el sol sale para todos...

sábado, 1 de mayo de 2010

Como mueve su pelo...

Hace rato que ha salido el sol, y todavía suena la música por los altavoces. Es maravilloso estar en la playa mientras amanece, después de llevar toda la noche de fiesta. Comienzas bebiendo con los amigos, se va juntando gente que conoces, que no conoces, normalmente siempre gente deseada (especialmente si son del sexo contrario). A la tercera copa la cosa se empieza a animar, más o menos pasadas las doce de la noche. El calor aprieta, pero te refrescas mediante alcoholes rebajados con hielo y refresco y conversaciones.
Más tarde, cuando la cosa está bien animada, pasada la una y media, entras en los garitos. Normalmente los conocidos han desaparecido tal y como aparecieron. Quizás se quedan algunas personas más íntimas al grupo, o más solitarias y aburridas. Se juntan los efectos de la bebida, la música, la luz, ver los cuerpos moviéndose, rozándose, rozándote… te envuelves en un estado de semi-inconsciencia maravilloso, aunque puedas controlar perfectamente tus actos, pero simplemente te dejar llevar. Te quieres dejar llevar. Y es la situación ideal para hacerlo.
A las tres y pico, para algunos la hora “greenpeace”, es cuando se empiezan a juntar, a unir debido a las atracciones entre personas. Es el cenit de la noche, y su duración depende en gran parte de la atracción anteriormente descrita. Sexo, o simplemente unos intercambios de saliva mezclados con roces corporales mientras suena la música, preámbulo del sexo, pero que hasta dentro de dos o tres horas no comenzará…
Son las siete de la mañana. El sol está a nuestra altura, pero ya no hacen falta las luces, se ve perfectamente, aunque no da mucho calor. Verónica sigue moviendo todo su cuerpo al son de la música que ahora sale de un móvil. Su melena va escondiendo y enseñando su rostro al son de una canción de Magan y Rodríguez. Si me muriera ahora mismo no me importaría, éste es el recuerdo que me quiero llevar a la tumba.


martes, 27 de abril de 2010

Bendito Sol

Sol, bendito sol. El creador de vida, o por lo menos, el que la da. Por algo le llamarán el “astro rey”. Todo depende del sol. Da luz, calor, vida, o mejor dicho, ganas de vivir. Cuando está en todo su esplendor, es cuando tienes más energía, más fuerza. Si desaparece, hace más frío, disminuyen tus ganas. Por eso la gente cuando sabe que tiene pocas ganas de vivir, o quiere “vivir más”, en el sentido de disfrutar más, bebe. Por eso se suele beber por la noche, porque ya no está el sol. El alcohol sustituye al sol. Es lo contrario a los refrescos, que te “sanan” cuando te sobra calor, es decir, sol, cuando has vivido demasiado en cierto momento (practicar deporte, sexo…) y te quitan ese calor de más. Dicen que en los países escandinavos es donde existe mayor porcentaje de suicidios. Puede que sea por culpa del sol, bueno, por culpa de su falta.

Las personas que poseen una tez más clara es debido a que les falta sol, vida. Las personas que les sobra sol (vida) son los que su tez es más oscura. Siempre se destaca, dentro de Europa, que los latinos somos más ardientes (desprendemos más calor, más vida) y en América los caribeños. Son las zonas donde “mejor se vive” y más se disfruta de la vida. También se suele decir que "no tienen sangre".

Yo, incluso he hecho la prueba. Hubo un mes de otoño –hacerlo en verano o en invierno no tendría gracia- en el cual, al despertarme, antes de levantar la persiana, según como me notaba de ánimo predecía que día iba a hacer. Fallé un menos de cinco ocasiones, y en cada una de esas ocasiones descubrí una justificación por las que erré (ya se sabe; un día apenas había dormido, en otro tenía resaca, etc.).

Por todas estas razones y, para qué negarlo, por vago, siempre que puedo me levanto justo antes del mediodía, sobre las once de la mañana. Es el momento en el que el Sol está alcanzando su máximo, su esplendor, cuando más luz y calor da, y es más difícil que los edificios te lo arrebaten dándote su sombra.

lunes, 26 de abril de 2010

Dos esmeraldas en su rostro

Su rostro reflejaba curiosidad. Sus dos ojos, o mejor dicho, su dos ojazos verdes, los cuales parecían un par de esmeraldas enormes y sobre todo preciosas, no dejaban de seguirme. Esto me inquietaba, me alteraba, me ponía muy nervioso. Pero sobre todo me abrumaba. Era como si me produjese un efecto mágico; una especie de control hipnótico; una vez que los mirabas, no podías quitarles la vista de encima. Aunque, a pesar de esto, resultaba imposible mirarla directamente a los ojos. Alguna vez lo intentaba, pero no podía superar los dos segundos. Entrabas en un mundo irreal, fantasioso, una especie de paraíso terrenal, pero adaptado según tus gustos y necesidades. Es decir, un edén donde tú eres Adán y ella es Eva, donde pasabas todo el día desnudo retozando por el verde, comiendo de los árboles y de los animales que hay por ahí (tipo el cerdo que le ofrece carne de su propio cuerpo a Homer) y bebiendo ron junto a ella.

Y de repente vuelves al mundo real. Oyes su voz, con la que te está recriminando que no la escuchas, al haberte quedado ensimismado con la belleza de sus ojos. Es una sensación parecida a cuando estás soñando con lo más agradable que te podía pasar y de repente te caes de la cama.

domingo, 25 de abril de 2010

Regreso

He cambiado de blog porque el otro me daba muchos problemas: me tardaba mucho en cargar, a menudo no me dejaba guardar lo que ya había escrito perdiéndolo y por sobre todo por eso últimamente no subía nada. Espero que este me dé menos problemas (o ninguno). Según escribo esto me he dado cuenta de que aquí incluso te va guardando automáticamente lo que vas escribiendo cada minuto. Ahora tendría que poner los símbolos de una cara sonriente, pero como ahora ejerzo el rol de escritor, en lugar de poner símbolos, pongo palabras, jeje.
En este englobaré más cosas, no sólo ficción; opiniones, hablaré de fútbol, de música... un poco de todo lo que me interesa. De todas maneras el otro lo seguiré conservando porque la puesta en escena va más acorde con lo que es escribir relatos con lo que seguramente este tipo de textos los publique en ambos.
También, y lo más importante para mí, es pediros disculpas a los que me seguís por el coñazo que os puede suponer el cambio de dirección y de blog, pero creo que será mejor, sobre todo para mí, pero también para vosotros.
Por último y como siempre, daros las gracias por leerme.

Un saludo, besos y/o abrazos.

PD: Además de textos nuevos, iré subiendo poco a poco los que había colgado en el anterior blog.