domingo, 21 de diciembre de 2014
La 'virtud' y el 'trabajo'
martes, 2 de diciembre de 2014
El guardián invisible, ls trilogía del Baztán
La historia es muy interesante, al igual que la localización, la detective en sí y su historia personal, como los crímenes. Originales. Lo que menos me gusta es cómo se trata, la respuesta de los personajes, incluso del propio narrador, ante ciertos sucesos. Por ejemplo, alguno de ellos, repetido, puede causar una muerte accidental y se toma como si fuese un descuido o una travesura de una niña pequeña, cuando debe ese personaje, como inspectora de policía, debería representar todo lo contrario.
Hay más escenas surrealistas y quizá demasiado "peliculeras, poco creíbles debido al comportamiento de los personajes. En cambio, las que tratan sobre el misticismo de la zona están muy bien situadas en el argumento, dando sentido o resultando relacionadas con lo ocurrido. El final me resultó algo precipitado para el ritmo que tenía la historia.
El guardián invisible es una novela que se lee bastante bien, entretenida y que engancha, en la que hay de todo, a veces demasiado inocente, incluso cursi para mí, pero que en otras contiene mucha acción, incluso rayando lo gore.
jueves, 13 de noviembre de 2014
La muerte de un ratón
lunes, 20 de octubre de 2014
Clara, según...
Es una manera de ser Dios, de mover los hilos de los demás, meras marionetas. La manera que tiene el protagonista de inventarse historias improvisadas y salir indemne es extraordinaria, porque en el fondo no se miente, no es verdad, es lo que él desearía. Se engaña a sí mismo pero lo sabe, sigue sin perder la realidad, y conjuga ambas depende de con quien esté.
Se podía haber titulado perfectamente Crearse un amor o Improvisar para conseguir un amor. Relato extraordinario sobre la sociedad tan individualista en la que estamos y las relaciones que tenemos con los demás, a pesar del "Estado de bienestar".
martes, 14 de octubre de 2014
Perdido
Camino por la calle con los auriculares puestos. Suena una canción que no reconozco, aunque sí al vocalista. Voy distraído, pero capto una frase: mi corazón es mi patria. No paro de darle vueltas. Quizá ese es mi problema, que habré regalado mi corazón a alguna chica y ahora no sé a quién. Y otro tema, a ver dónde lo habrá dejado esa chica sin rostro y sin nombre en mi cabeza.
Intento hacer memoria. En realidad soy muy enamoradizo, lo puede tener cualquiera. A lo mejor, habiéndolo aceptado alguna, se lo quedó aunque después se lo dí a otra. ¿Legalmente a quién le pertenecería? ¿Consta en algún lugar, hay un registro oficial de corazones?
Supongo que seguiré vagando hasta que alguna mujer me muestre que posee mi corazón, es decir, que acepté y se atreva a decirme que ella es la dueña legítima de mi corazón. Entonces tendré hogar.
jueves, 4 de septiembre de 2014
Soñar...
Dicen que cuanto menos duermes, peor memoria tienes. Si estás despierto por la noche, quieras o no, duermes poco, por lo que supongo que se pierde memoria, pero ganas en sueños. A las personas que nos cuesta despertarnos puede que sea porque nos cuesta dejar aparcados los sueños, incluso esos que no recordamos, pero que sentimos, que nos han dejado algo. A lo peor, a las que se levantan enseguida, a la primera, les pasa lo contrario: odian lo que sueñan. Yo creo que no, porque suelen ser personas que se levantan contentas, con ganas. Supongo que será otra manera de sentirlos, al no ser conscientes de los maravillosos sueños que tienen, se levantan positivamente, con el buen sabor de boca que les ha dejado. Y por eso luego les cuesta menos dormirse, porque tienen ganas de seguir con esos sueños tan maravillosos que han dejado por la mañana.
Quienes tendrán el problema será los que no pueden dormir, los que no duermen con la conciencia tranquila y la cabeza les produce continuamente pesadillas, sueños desagradables....
domingo, 10 de agosto de 2014
Insomnio sonoro
Tengo el maldito defecto a enlazar todo, por eso la música me causa tanto daño, tanto alivio. Tanto. Con una palabra, una nota, me viene un torrente de sensaciones, pensamientos y emociones que no puedo controlar, ni sentir, ni conocer y captar, aunque sí me llegan, me dañan o me sanan.
De momento no me puedo olvidar de ella. Sé que cada vez lo tengo más cerca, lo de olvidarla, y a ella más lejos, pero todavía la siento, así que habrá que seguir avanzando hasta que ya no sea nada, una persona más a mi alrededor. De momento, a seguir las noches en vela, por lo menos una parte.
jueves, 7 de agosto de 2014
Encantada de liberarle
martes, 29 de julio de 2014
Si cedes, ¿estás acabado?
Pero, ¿se puede vivir sin ceder nunca a ellos? ¿siendo siempre frío como un helado sin salir del congelador? O planteado de otra manera, ¿merece la pena la vida si no disfrutas, si no cedes no haces aquello que te apetece, que ansias, que deseas, que quieres hacer, aunque sepas que te perjudicará?
El ejemplo más sencillo que se me ocurre es el dicho aquel de "un segundo de placer en la boca y toda la vida en la cadera". Aparte del posible sexismo de la frase, supongo que será de la elección de cada uno, de sus prioridades.
También puede consistir en regularlo. Dependiendo de lo fuerte que estés en cada momento, saber caer en cada tentación, ser consiente de que no te dañará demasiado, pero eso es otra forma de racionalizarlo, de calcularlo. además, siempre se te puede ir de las manos; es muy difícil controlarlo. Así que, será como todo, conocerse a sí mismo todo lo posible para poder tomar las opciones más adecuadas y saber ceder o no a determinados impulsos dependiendo del momento, pero sin dejar de ser humanos, sin convertirnos en meros robots. Disfrutar todo lo posible evitando sufrir demasiado para que nos dañe.
<<No lo hagas.>>
¿Cómo?
<
Pero debo hacerlo. Alguien ha de estar con ella.
<
Está aterrada. Me voy.
<
lunes, 21 de julio de 2014
Se busca método contra fantasmas
Aparece en cualquier momento, en cualquier circunstancia aprovecha para presentarse, sabe coger cualquier excusa, no importa cual para que no la olvide y me altere. No puedo vivir con tranquilidad, pensando en que la voy a tener delante cuando menos lo espere. Aparece en mi mente cuando bajo la guardia, aunque a veces, también por mantenerla alta o estar concentrado tanto tiempo. Quizá sea yo mismo el que la invoque.
A veces produce dolor, otras tal rabia, que desemboca en una energía inmensa que hace que la pueda volver a hacer desaparecer. Algunas, hasta placer, alegría, pero ésto las menos, siendo cada vez mayor el sufrimiento, aumentando el deseo de que no vuelva a aparecer, al estar asociada a ese dolor, a ese sufrimiento.
Supongo que hasta que su posición no la ocupe una persona real, que la sustituya del todo en mi vida y en mi pensamiento, no podré alejar este fantasma de mi cabeza, y mientras, seguirá surgiendo en cualquier momento, en cualquier situación, sin ninguna excusa o causa, por lo menos que yo reconozca o quiera hacerlo. Maldito corazón.
lunes, 14 de julio de 2014
Remolino rojizo
Su pelo era una maraña de raíces independientes y movibles que formaban un ente unitario pero a la vez cada ristra de rizos iba a su bola. Si no era uno era otro, pero siempre un rayo de luz de la discoteca la señalaba, haciéndola destacar entre la multitud de cuerpos sudorosos con movimientos espasmódicos, otro ente unitario aunque cada persona iba a su bola, cada uno interpretando como mejor sabía o deseaba la música que inundaba cada milímetro de la sala. Cuando la vio dirigirse al servicio se fue directo a la barra. Ésts tenía menos cola aunque casi a la par, lo justo para que le diese tiempo de pedir un par de copas. Justo cuando se colocó en la entrada del pasillo salía ella. Se puso en su trayectoria sin llegar a cortarla el paso, la miró, al ser correspondido la sonrió y le mostró la copa. Ella la acepto tras dejar pasar un segundo y sólo le respondió la sonrisa tras pegarla un sorbo. Había acertado con la elección.
miércoles, 28 de mayo de 2014
La ridícula idea...
lunes, 7 de abril de 2014
E.T. surcando La Latina
-¿Y no te gustó?
-No sé, creo que me dio bastante igual. Me gustaría, pero no me resultó nada del otro mundo. Apenas la recuerdo. a veces pienso que lo de que Drew Barrymore era la niña es mentira, no recuerdo a ninguna niña, y menos pelirroja.
-¡Qué sí sale! ¿En serio no te acuerdas?
-De casi nada. Lo que recuerdo es por lo que se sigue diciendo de ella y lo que utilizan por internet o por la televisión. Que si mi casa, teléfono, el dedo linterna, lo feo que es el bicho, la bici que vuela...
Acabábamos de ver esa imagen: la del niño y el extraterrestre subido a la bici haciendo sombra delante de la luna. Estaba pegada a una fachada, yendo hacia la zona de terrazas de La Latina. Quedamos para tomar algo, comer y pasar la tarde del domingo. Había que aprovechar que comenzaba el buen tiempo.
Sentía que no había tenido infancia, nunca le habían gustado demasiado las pelis de Spielberg, mientras todos mis amigos flipaban al recordarlas: ésta, la de Tiburón, Jurassic Park, las de Indiana Jones...
-Pues parece que E.T. también vuela en La Latina...
Todos nos reímos.
lunes, 31 de marzo de 2014
Obsesión
Por fin uno de seguridad nos pidió que nos fuésemos. Todavía no habían quitado la música; empezó a sonar ese hit de no sé qué verano de Aventura, canción que le dio la fama, que empezaba a dar la hora, justo la que marcaba mi reloj. Mis amigos se habían ido hace rato, no sabía si a la playa o al apartamento y, creía que sus amigas también. Quizá con ellos. Al salir las vi, a ellas, solas, sin mis amigos, esperándola. Cuando llegamos hasta el grupo me dio dos besos, me dijo que la escribiera -¡lo que me había costado conseguir su teléfono!- y con la mano, me dijo adiós. También era madrileña, como casi todos en esta parte de la costa. Se iban mañana, y nosotros todavía estaríamos aquí una semana más.
Caminé pesadamente hasta el paseo marítimo, a ver si veía a mis amigos. Me acerqué un poco a la arena pero no me pareció verlo, así que me dirigí a la calle, esa cuesta inmensa, sobre todo cuando se te mezclaba el sueño y el cansancio de estar toda la noche de fiesta y bebiendo.
Pitó el móvil. Lo miré. Aparte de mis colegas, tenía treinta mensajes más de mi ex desde después de cenar. Tenía que hacer algo, era muy pesada, tenía que ver que ya no estábamos juntos.
Al llegar a la altura del apartamento, la reconocí, no me lo podía creer. Allí estaba, mirándome con mala cara y los brazos cruzados. Miré a mi izquierda y vi su coche; se habría pasado media noche conduciendo para llegar aquí.
-¿Por qué no me contestas? Pensé que te habría pasado algo. ¿Y qué horas son estas?
domingo, 30 de marzo de 2014
Buscando...
Ayuda. Aquí todo va muy deprisa. Siempre corriendo, casi nunca te cruzas con la misma persona, incluso, cada vez que sales a la calle, hay algo diferente. Aunque la vida que haces es muy rutinaria, a veces muy claustrofóbica, ya que te pasas más tiempo encerrado, ya sea en casa, en la oficina o en el metro. Me he dado cuenta que aquí apenas se anda, se está mucho tiempo de pie, pero sin movernos.
Ves a muchísimas chicas. A veces, creo que alguna de ellas eres tú: si las veo por detrás y llevan tu pelo, tu altura, tu cuerpo... pero cuando se giran son otras. Odio cuando están delante de mí, de espaldas, les quiero ver la cara, y cuando les voy a adelantar, se giran de tal manera que me resulta imposible poderles ver la cara, aunque con el gesto que hacen me doy cuenta de que no son tú. Pero quiero verlas, por curiosidad, y porque me parecen atractivas, aunque sólo sea porque se parecen a ti de alguna manera.
No sé por qué te escribo. No quiero que lo leas y jamás te lo mandaré. Por vergüenza, por no quererlo reconocer frente a los demás, por no mostrar mi debilidad hacia ti... por lo que sea.