No creían en ls custodia compartida, les parecía obligar a su hija a llevar una vida distinta cada quince días, y, además, siempre le faltaría la otra mitad. Tampoco querían involucrar a otras personas. Era su hija y su responsabilidad, eso lo tenían claro desde que decidieron tenerla. A no ser situaciones de fuerza mayor, y siempre priorizando en sus propias familias. Con esas personas estarán vinculadas toda la vida, y con sabían que las parejas podían romper, ir y venir. El amor era muy alterable en el tiempo, tenían de ejemplo el suyo propio.